Al final de la primera ronda, el “guardián del tiempo” propone un momento de silencio durante el cual cada uno se puede preguntar: "¿Qué me ha tocado más hondo? ".
En la segunda ronda para compartir se comparten las respuestas a la pregunta que se acaban de formular. Esta segunda ronda hace las veces de formación en el discernimiento de espíritus. El guardián del tiempo debe garantizar que pueda llevarse a cabo.